EL ROL DE LOS PADRES Y MADRES EN LA ENSEÑANZA DE IDIOMAS
Como bien sabemos, el apoyo familiar es fundamental en relación al aprendizaje de niños y niñas, también en lo referente a la enseñanza de idiomas. Padres y madres establecen el punto de partida del idioma hablado y sientan las bases para su desarrollo. Ellos son, de hecho, la referencia más cercana en cuanto al correcto uso del lenguaje: entonación, pronunciación, velocidad y diversidad en el uso de palabras. Asimismo, son los que se enfrentan directamente a posibles problemas como la debilidad, la mezcla o el rechazo del idioma.
La posibilidad de que nuestros hijos e hijas sean bilingües reside en gran medida en el ámbito familiar. Contrariamente a lo que se cree, no es necesario que un niño o niña adquiera dos idiomas de forma simultánea desde su nacimiento para convertirse en bilingüe. Aunque lo ideal es el aprendizaje en paralelo, un niño o niña puede dominar dos idiomas perfectamente más adelante. La inmersión lingüística en la escuela o en una academia es fundamental para que los más pequeños se familiaricen pronto con otro idioma y lo consideren tan propio como su lengua materna en poco tiempo. Además, hoy día disponemos de numerosas y sencillas herramientas a nuestro alcance, tales como:
- La televisión. La TDT ofrece la posibilidad de cambiar el idioma en las opciones de audio. La mayoría de los dibujos animados, sin ir más lejos, pueden ser escuchados en inglés, lo mismo que muchas series y películas. Podemos mejorar las capacidades auditivas de nuestros hijos e hijas y las nuestras propias solo con cambiar las opciones de idioma.
- Aplicaciones de ipad y iphone en otro idioma son fácilmente descargables y conseguimos que los niños y niñas aprendan divirtiéndose.
- Libros adaptados: podemos animar a los más pequeños a la lectura con libros bilingües adaptados a su edad, disponibles en bibliotecas y centros educativos. Los cuentos para antes de dormir pueden ahora formar parte de la enseñanza práctica de un idioma.
- Actividades sencillas que complementen lo que los niños y niñas aprenden en clase, por ejemplo, repasando los números o los colores en casa.
- Acompañando a nuestros hijos e hijas a las clases de inglés (siempre que sea posible) creamos complicidad y fijamos un ejemplo para ellos/ellas.
- Los padres y madres pueden además fijar diferentes estrategias, como la del tiempo (por ejemplo, un día concreto se habla inglés y otro español), o la del tema (para hablar de dibujos animados, por ejemplo, se escoge el inglés)
Independientemente de las estrategias que empleemos, es importante recordar que en el aprendizaje de un idioma tengamos paciencia: no debemos inquietarnos porque en general les lleva a los niños y niñas entre seis meses y un año asimilar un idioma y comenzar a utilizarlo de forma correcta y natural. Por tanto, nunca debemos presionarles para que lo utilicen porque corremos el riesgo de que puedan rechazarlo. También es importante ser coherentes una vez escojamos nuestras estrategias y no mezclar idiomas.
El bilingüismo reportará a nuestros hijos e hijas innumerables ventajas educativas y profesionales en el futuro. Además, es comúnmente aceptado que los niños y niñas bilingües son más creativos, desarrollan más sus capacidades de resolución de problemas y tienen mayor autoestima. Son factores que hacen que merezca la pena que pongamos todo de nuestra parte para lograrlo.